Entrenar a mi Perro

Antes que nada, deberás analizar a conciencia donde quieres que tu perro haga sus necesidades, puedes elegir dependiendo de tus posibilidades, que haga afuera de la casa o adentro.

Antes de empezar cabe señalar que para esta tarea tendrás que dedicarle mucho tiempo, esfuerzo, y sobre todo, mucha paciencia, ya que tu perro no distingue que estarás trabajando, cansado o de compras para hacer sus necesidades.

También debes tener en cuenta que las primeras lecciones o ejercicios tu perro no entenderá muy bien lo que quieres que haga, así que trata de no frustrarte a los primeros intentos.

Al principio trata de dedicarle la mayor parte del tiempo para que puedas identificar cuando va a hacer del baño y no te gane, si por accidente ha hecho en un lugar incorrecto y no lo has visto en el momento, no hay nada que hacer, es innecesario que lo castigues o regañes.

En caso que quieras que tu perro haga pipi o popo en el interior de tu casa, debes elegir algún lugar donde haya poco o nulo paso de personas, una esquina por ejemplo, este lugar debe estar alejado del lugar donde le darás la comida y el agua.

Cuando va a hacer popo suele olisquear el suelo y caminar en círculos, es el momento adecuado para distraerlo momentáneamente, llevarlo al lugar donde quieres que haga y permanecer con el hasta que haga popo, después que lo haga en el lugar correcto dale un bocadito de recompensa o caricias para felicitarlo.

Si llegas a sorprenderlo a medio acto, dile fuertemente NO, y llévalo al lugar cargando (de ser posible), espera junto a él hasta que complete su proceso y recompénsalo inmediatamente.

Existen en las tiendas de mascotas productos que nos ayudan con esta tarea entrenadora, por ejemplo toallas entrenadoras o líquidos atrayentes, ambos son eficientes pero sólo con el reforzamiento de adiestramiento, es decir, no esperes rociar un área con el líquido entrenador y creas que mágicamente ahí hará sus necesidades para siempre el perro.

En el caso que quieras que tu perro haga afuera, tienes que hacer el fuerte compromiso de sacarlo diario al exterior, así como comprometerte a limpiar donde haga sus necesidades. En este caso después de darle de comer sácalo a una caminata, después de uno 10 o 15 minutos empezará a olisquear el suelo, la señal de que hará del baño, una vez que haya hecho recompénsalo con caricias o un bocadito.

Continuamos con las señales y lenguajes de nuestro perro:

Aullido, si nuestro perro aúlla es porque se siente solo o aburrido y clama compañía, es un signo de que debemos poner atención sobre el periodo que pasa solo, ya que esto lo podría desequilibrar.

Jadear sin estar cansado, esto significa excitación.

Mover la cola constantemente de lado a lado, excitación y alegría.

Cola recta y/o orejas levantadas, esto es signo de alerta, es importante conocer este estado cuando le queremos corregir algún mal comportamiento, ya que esto nos estaría indicando que está a punto de salir corriendo o saltar sobre algo.

Levantar las patas y saltar sobre personas, esto significa que es dominante y trata de imponerse sobre las demás personas, debemos corregirle esto a tiempo para evitar que crea que es él quien manda, aunque es un comportamiento habitual entre los cachorros, en perros grandes no se debe alentar debido a que cuando sean adultos pesarán mucho.

Tumbarse sobre su espalda ofreciéndonos acariciarlo, esta es la mayor recompensa del adiestramiento, significa que nos considera su líder y está bien con ello.

Gruñir, esto es símbolo de agresión, su perro no debe gruñirle a usted ni a ninguno de la familia, de lo contrario se encuentra en serios aprietos de equilibrio.

Ladrar, los perros ladran por muchas razones, por lo que tenemos que estar atentos sobre el motivo del ladrido, sin embargo no debemos hacerle caso en caso de que lo utilice para llamarnos ya que podríamos generarle estímulos para que siga ladrando y en casos extremos podría hacer tanto escándalo para ser atendido que nos resultará realmente molesto.

Morder, las mordidas en los perros no siempre son muestras de agresión, los cachorros y perros adultos juegan a morderse de forma natural, normalmente lo hacen con la fuerza necesaria para no hacer daño, por lo tanto y sobre todo de cachorro tenderá a morder dentro del juego, reprímalo con un enérgico “no” en caso de que lastime al morder en el juego. Morder a las personas de forma agresiva es símbolo de que nuestro perro está fuera de control y necesita ayuda de un profesional.

Debemos tener muy en cuenta que nuestro perro piensa diferente a nosotros, a pesar de haber ocasiones en que parece hablar, en que se muestra sumamente cariñoso o que nos cuida en todo momento de todos. Muchos signos podemos interpretarlos de forma equivocada o humanizada, mientras que dichas señales pueden demostrar que nuestro perro está desequilibrado, es dominante y considera que él es el jefe.

Por ello, a continuación enlistaremos algunas actitudes, señales o posiciones de nuestro perro para saber como interpretarlas:

El perro se agacha, baja la cola y la mete entre sus patas. Esto es señal de miedo, se puede presentar en diferentes niveles, debemos evitarlo a tiempo para que no se vuelva un problema serio, es importante definir cual es la causa de su miedo, en casos extremos podría llevarlo a temblar, paralizarse o reaccionar de forma agresiva.

Olisquear constantemente diferentes objetos, esto es mas común en los cachorros, es normal y es la forma en que ellos conocen el mundo, sería el equivalente a los bebés humanos de llevarse todo lo posible a la boca.

Olisquear el suelo y caminar en círculos, signo inequívoco de que está buscando un lugar para hacer sus necesidades, esta señal es muy importante tenerla en cuenta cuando lo enseñamos a hacer sus necesidades en un lugar específico.

Olisquear la cola de otro perro, aunque nos parezca un hábito desagradable, es la forma en que un perro conoce a otro, no es que sea cochino, simplemente es como cuando nosotros saludamos de mano a otra persona.

¿A qué se refieren las personas cuando mencionan que un perro es “equilibrado”?, bueno, este es término que se utiliza para definir a los perros que cuentan con buena salud mental.

Con buena salud mental nos referimos a las cualidades de nuestro perro como buenos niveles de gasto de energía, obediencia, autocontrol, sin agresividad, sin miedos, sin exitaciones inesperadas, etc.

¿Qué influye en el equilibrio?

Buenos genes, es importante que al momento de adquirir un perro conozcamos a los padres para conocer su equilibrio, unos padres equilibrados tienen altas probabilidades de transmitirle estos rasgos a sus hijos y nos facilitaría enormemente la tarea de adiestramiento.

Ejercicio, es importante que un perro tenga suficiente ejercicio para evitar que acumule energía negativa, lo cual derivaría en frustraciones y explosividad. Un perro en esas condiciones es difícil de adiestrar debido a la poca concentración que tienen.

Liderazgo, para asegurarle una buena educación a nuestro perro es sumamente importante que no haya duda sobre quién es el líder de nuestra manada, nuestro perro no distingue sobre quien es el jefe de la familia si no se lo hacemos saber, si en algún momento siente la ausencia de un líder por instinto tratará de asumir ese rol, dificultando su adiestramiento ya que creerá que es él quién manda.

Es importante que antes de introducir un perro a nuestra casa analicemos todos los detalles necesarios para escoger una raza de acuerdo a nuestras necesidades.

Es importante elegir aquel perro que sea similar a nuestras condiciones de energía y espacio. Ya que de no hacerlo correctamente podríamos acabar con un perro grande, con poco espacio y lleno de energía, mientras que nosotros tendríamos poco tiempo para ayudarlo a gastarlo, lo cual derivaría en tener un perro frustrado, ansioso y con serios problemas de comportamiento.

Y no hay peores condiciones para un perro que el aburrimiento y energía acumulada, ya que ello podría derivar en un perro violento, desesperado y difícil de controlar.

También debemos comprometernos a dedicarle todo el tiempo necesario para construir una mascota equilibrada y saludable. Para ello debemos dedicarle tiempo y dinero, hay que considerar los gastos por alimentación, medicinas, estética canina, juguetes, etc. También debemos dedicar un tiempo y sobre todo mucha constancia a mantenerle su espacio limpio para asegurar su salud y la nuestra.